el hada vivía en un hermoso bosque
de un país de ensueño.
todos los días se despertaba
con la belleza y el aroma,
de los jazmines en su rostro
y su perfume acariciaba,
el canto sublime de los pájaros
que llenaban de ternura
el despertar de los duendes.
nosotros los gnomos y los elfos,
siempre ocupados en las rutinas del bosque
a veces perdíamos el rumbo;
o nos olvidábamos del camino
y nos inundaban las preocupaciones
y las tribulaciones sin sentido...
pero ella siempre estaba allí
con su perfume a jazmines
con la música encantada
de sus colibríes y sus mágicos seres alados.
y seguirla era fácil,
ya no existían la soledad ni las tribulaciones
ni el caminar amargo del desencanto
porque la magia del hada y su música
inundaba nuestras corazones...
tanto es así;
que una mañana cuando despertamos
vimos la rosas conversando con el hada;
y todos en la gran aldea del bosque,
que hasta ese momento la venerábamos
pero no nos atrevíamos a hablarle
(por nuestros miedos efímeros)
fuimos desarmando nuestras caparazones
y al contemplar de cerca la belleza de su alma,
y ver la belleza de su interior,
oh grandioso día que rompimos nuestros miedos!
desde entonces el hada nos visita
cada día en nuestros hogares,
complaciendo nuestros deseos mas sublimes
y llenando de la música de sus ángeles alados
los espíritus de nosotros:
los seres comunes y encantados del bosque...
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