el calor ya no existe
busco torpemente una llama,
en el impenetrable misterio de mi vida.
Nada es igual,
porque todos gritan,
despertando en el dolor
enmudeciendo mi pesar con su clamor.
Mis niños vienen,
me cuestionan hasta el hueso,
esa medula que se agita adentro,
preguntando una y otra vez como seguire el camino...
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